Municipalidad de General La Madrid

Esta es la casa que construyó y en la que vivió el primer médico del pueblo, Eliseo Mañay, cuando vino a vivir a La Colina. Si bien la vivienda actualmente se encuentra abandonada, su fachada y las reparticiones internas dan cuenta de lo distinguida y bella que fue en su momento.
Según cuenta la historia, Mañay una vez llegado a La Colina, en 1903, decidió comprar tres manzanas. Dos de ellas las destinó a plantar una frondosa arboleda y en la manzana restante, la casa con molino, gallinero, sector de huerta, entrada de vehículos (carros por ese entonces) y un parque verde de amplias dimensiones. La vivienda tenía una nave central, donde vivía la familia, más otra edificación que era habitada por el personal de servicio.
La casa era utilizada por el médico para atender a los vecinos del pueblo y los que venían de las estancias de la zona.
Una vez finalizada la obra de la casa, Mañay contrajo matrimonio con Sara Lôb, una joven hija de inmigrantes alemanes.
Tras la muerte del médico (el 16 de octubre de 1947), el inmueble pasó a manos de herederos, quienes tiempo después decidieron venderla.
Hace unos años atrás la vivienda fue víctima de un incendio que destruyó una parte del inmueble, dejándola no apta para vivir.

Eliseo Mañay
El Dr. Eliseo Manuel Mañay Rodríguez, había nacido en Cruz del Eje, Córdoba. Desde muy joven abrazó con gran fervor su inclinación hacia la carrera de medicina. Una vez logrado su ansiado título, decidió instalarse en algún lugar donde no existiera la presencia de un profesional médico. Lo original de esta anécdota es que tomó en sus manos una guía de localidades y abrió una página indefinida, donde figuraba La Colina y hacia allí viajó con su bagaje de sueños, para brindar un servicio humanitario tal cual le ordenaban sus convicciones.
Mañay fue una persona desinteresada, servicial, solidaria, que ejerció la filantropía: ante la imposibilidad de gestar hijos con su pareja, acogió en el seno de su hogar a varios niños huérfanos y desprotegidos, y a algunos de ellos no solamente les dio su apellido, sino que con el correr del tiempo y a través de su esposa les legó parte de sus bienes.